2 mar 2011
Tirando de archivo: entrevista a Paul Oakenfold
"El acid está yendo hacia el underground. Es culpa del jaleo de los medios que se lo quieren cargar".
La línea oficial es esta. Hay drogas, sí, pero no tantas como algunos les gustaría que hubiera. La nueva música, la actitud: el hecho es que ahora tenemos entre manos un movimiento tan gordo como el del punk. Incluso mayor.
Para los periodistas de poca monta de Wapping ese razonamiento es demasiado sutil. Cuando de habla del acid house todos los elementos son pocos. Drogas, gente joven y sexo. A cualquier editor le gusta esa combinación, es infalible. "Los medios lo quieren tumbar, está claro" cuenta Paul Oakenfold, el primer DJ en pinchar balearic beats en Inglaterra, el cual está involucrado musicalmente en varias facetas: lleva un club, pincha y es músico desde la explosión acid justo un año atrás. "No se trata de la prensa musical, estoy hablando de los noticiarios de la TV y de algunos periódicos. Este tipo de prensa solo quiere hablar de las cosas malas. Pincho en el Zap Club de Brighton cada jueves por la noche. El otro día en un periódico local había un artículo que venía a decir que si veías a un chico portando una camiseta con el smiley tienes que llevártelo directamente al doctor: probablemente vaya drogado. Obviamente hay drogas, sí. Pero no solo aquí". Oakenfold cree que la única forma de parar esto es acercar el acid al underground. "Por culpa de todo este jaleo", dice, "hay que hacerlo. Los propietarios de los clubs están hasta las narices: han tenido que dejar de meter smileys y cosas relacionadas con el acid en toda su publicidad porque les perjudicaba: ¡es absurdo!". "Ahora, en el otro lado están Bros, con un reciente track de acid, Paul Rutheford, Yazz, con una cara b acid también o 'Burn it up' de The Beatmasters. Y vendrán más: el acid house está en todas partes, pero como todo esto siga así habrá muchos artistas que se echarán para atrás: se lo cargarán".
Este punto de vista no es nada extraño. Muchos artistas piensan lo mismo. Danny D, involucrado en el proyecto D-Mob, coincide con la predicción de Oakenfold: "Estamos asistiendo a la expansión del movimiento fuera de Londres y tornando en algo abierto y moderno. Está por todo el país: smileys, camisetas, parches... es imparable. Personalmente le doy a todo esto entre seis meses y un año. No nos olvidemos que esto es algo creado en clubs y que ha devuelto a muchos a los clubs. Ha inyectado una nueva energía, revitalizando todo el escenarios de la dance-music".
"La clave", dice, "es que el secreto de todo esto es que es solo diversión. La gente nunca se lo había pasado tan jodidamente bien. Tengo 26 años y jamás había bailado tanto. Cuando tienes algo entre manos tan grande todo el mundo quiere formar parte de ello". Musicalmente, hay cierta división. El acid se ha hecho con todas las portadas y, de alguna manera, ahora mismo es el primer género musical de baile, superando con la velocidad de Ben Johnson al hip-hop o al funk. Oakenfold cree que la gente ha perdido el punto de partida: la escena original de Ibiza. "Hay 101 DJ's pinchando acid, pero... ¿cuántos están mezclando balearic con house? Esa es la razón por la cual la escena morirá rápidamente".
El acceso fácil a los discos y las nuevas técnicas de producción han hecho que hacer un disco de acid sea ahora más sencillo y ha abierto además el género a un rango más amplio de influencias. Ahora andan juntos Marshall Jefferson y Nitzer Ebb y la gente lo agradece. Hay dos factores claros para que esto esté ocurriendo. El primero es el retorno al deep-house, dando la bienvenida a cantantes como Kym Mazelle o Liz Torres, cuyos atributos vocales parecen simples pero encajan a la perfección con las armonías house. El segundo es el eclectro, o la mezcla de todos los estilos musicales posibles para crear algo nuevo. "Los chavales están empezando a mezclar estilos muy distintos, es algo que ya está pasando. Tengo un proyecto nuevo que se llama Wild Nation con Zio en el cual mezclamos guitarras heavy, rap, acid y líneas de bajo estilo europeo"
Otro factor clave es el despegue definitivo de la música de baile inglesa de la sombra de la americana. En parte, esto ocurre porque la mayoría de americanos no sienten nada por el acid. Incluso se sienten fuera del house. En Nueva York, por ejemplo, el house se ve principalmente como música gay o el equivalente inglés al Hi-NRG. No entienden la pasión que aquí tenemos con Fast Eddie o Adonis. "Sigo pensando que", dice Oakenfold, "toda esta oleada acid de Phuture o Fast Eddie va a ser muy difícil de igualar, pero salen cosas muy buenas. Por ejemplo, el disco nuevo de Gary Haisman es increíble, aunque no lo llamaría acid".
"Tuvimos que cargar durante un tiempo con aquello de que sólo ocurría en Londres. No nos dimos cuenta de que ahí fuera la gente no comprendía lo que estaba pasando. Esto, ahora mismo, ha dado un giro. Todos los clubs estamos en lo mismo." Como DJ residente del Spectrum, Oakenfold está intentando hacer música en directo además de pinchar, instalando una caja de ritmos y un teclado en el centro de la cabina del club. Además, quiere arrancar otro club, más centrado en el sonido balearic para intentar mantener el sonido original de Ibiza vivo. "Podemos superarlo todo. Fíjate: hace un año éramos menos de 100 personas bailando cada fin de semana. Ahora tenemos cada día a 1800 personas. Esto es imparable." No hay duda alguna. Se lo están pasando muy bien.
Etiquetas:
Acid,
Adonis,
Archivo,
Entrevista,
Fast Eddie,
NME,
Paolo Hewitt,
Paul Oakenfold,
Phuture,
Traducciones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario