30 sept 2010

The Simonsound: Reverse Engineering (First Word, 2010)


Me resulta increíble que en ningún sitio castellanoparlante en internet se mencione esta joya. Para mí estamos ante uno de los debuts del año. The Simonsound son Simon James, afamado productor e ingeniero de sonido londinense, y Matt Ford, aka DJ Format, b-boy y DJ de altos vuelos.

El álbum, sólidamente forjado con sintetizadores vintage, modulares rocosos, acero de osciladores kilométricos en mesas no menos kilométricas, arpegiadores de bronce, theremins cristalinos, el imprescindible Ableton, algunos Moog, o el mítico y robusto Macbeth, es una rara avis en el mercado discográfico actual.

 

Dice la pareja protagonista que muchos de los sonidos están extraídos de la Chappell Music Library de Universal (previa autorización y pago, aquí no se libra nadie) e inspirados en films de espías rusos, misiones de exploración espacial de la NASA, la Radiophonic Workshop de la BBC y programas de radio y televisión de los años 60 y 70. Es precisamente de esos programas de donde se sacan muchos de los samplers vocales que Reverse Engineering contiene. El conjunto de canciones transmite una sensación parecida a la de darse un viaje junto a Pierre Henry en un vehículo lunar por el ártico mientras una colonia de pingüinos comandados por Bruce Haack nos observa desde la lejanía. Para los desprovistos de visión periférica (alguien que no esté muy introducido en la library music, por ejemplo) son canciones de esqueleto experimental, envoltorio electrónico y clara vocación soundtrack. Para los que cuenten con un gran angular, las referencias son como autopistas de cinco carriles por los que cambiamos de un lado a otro al antojo de los músicos, a veces a rebufo de un camión, otras adelantando en quinta y sin el intermitente puesto.

Arranca el disco con Tour De Mars, versión sci-fi de Tour de France de Kraftwerk plagada de sintes analógicos y vocoders alterados genéticamente, seguramente una de las mejores versiones de la canción que he escuchado en años. El theremin y el xilófono llenan huecos y marean nuestras cabezas en la exoplanetaria Inside The Capsule mientras la única quitarra del disco se acopla de manera natural con un sitar en The One That Get Away, la pieza más alejada del conjunto. Bakers Dozen o Lunar Ascent y su theremin funkoide encajarían perfectamente en el catálogo de DC Recordings, entretanto, Bad Love, único track del total de las 14 piezas que componen el disco, cantado y con estribillo, parece sonar a cruce entre los Portishead más satinados y una Bjork inmersa en una bañera de purpurina bajo un manto de cuerdas y susurrantes vientos. Entre mis favoritas las más ambientales del pack: Against The Clock, brillante y misterioso jingle de dos minutos plagado de sonidos de carrillones suizos y nítidos tic-tacs, y las dos partes de Call Of The Siren, entre Global Communication, Brian Eno y Tangerine Dream. 

Tonos de Simonsound para tu móvil en descarga   The Simonsound EMS Synthi VCS3 Ringtones by thesimonsound 

El álbum se cierra como empieza: versión extraterrestre de It's Just Begun de Jimmy Castor Bunch que sirvió de adelanto a finales de 2009.

Un muy recomendable trabajo de retrofuturismo versión 2010, digno representante moderno de la añeja library y sucesor de los mágicos momentos que Delia Derbyshire, John Baker & cia, inspirados en Raymond Scott y sus nanas experimentales, nos brindaron durante los años 60 en los estudios de Maida Vale bajo el inmenso paraguas corporativo de la BBC. Estaría bien que alguien les montara una gira por España.

 

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Enlaces
Web oficial  |  Vídeo podcast de Simonsound  |  Analog Suicide

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The Simonsound: Inside The Capsule

27 sept 2010

Hillsborough y Warp


Estamos en abril de 1989. El Liverpool FC y el Notthingam Forest se juegan una plaza para la final de la FA Cup en el Hillsborough Stadium de Sheffield. Los supporters de uno y otro equipo son convenientemente separados a los lados respectivos del estadio para evitar trifulcas. Miles de aficionados reds van llenando su grada al tiempo que el árbitro hace sonar el silbato para que el partido de comienzo. Son las 3 de la tarde. A los tres minutos escasos el árbitro decide parar el partido a la vista de lo que estaba ocurriendo: centenares de aficionados del Liverpool estaban intentando escapar a una muerte segura escalando las altas vallas que por aquel entonces poblaban los campos de fútbol ingleses.

El resultado es por todos conocido; la tragedia de Hillsborough se llevó por delante 96 vidas, todos seguidores del Liverpool, 93 de los cuales fallecieron por aplastamiento. Un momento particularmente doloroso para el fútbol mundial y especialmente lamentable para la ciudad de Sheffield. Steven Gerrard, actual capitán de los reds, estaba en el estadio ese día. Cuatro años antes, el estadio de Heysel, en Bruselas, vivió una tragedia similar: 39 muertos y más de 600 heridos con los aficionados del Liverpool otra vez como protagonistas. El impacto fue tremendo.

Steve Beckett
Mientras, en los sótanos de una pequeña tienda de discos de la ciudad algo se está gestando. Corren los tiempos del boom del acid house, del Hacienda, del hedonismo british de Ibiza: "venían montones de personas a dejarnos cintas y white labels para que los escucháramos, nos dimos cuenta de que estábamos en el principio de una pequeña revolución" dice Steve Beckett, co-fundador de Warp, al respecto.

El arranque del sello de los bleeps es un mundo dentro de otro, la historia de como salir a flote sin mucho dinero pero apoyado en un buen olfato y por supuesto en unos cuantos pedazos de obras de arte. "Las tiendas compraban quince white labels a cinco libras por cabeza. La dance-music era todo imports venidos de EEUU, entonces los ingleses empezaron a producir su propia música, justo como hacían los americanos" prosigue Beckett en declaraciones a la BBC.



Robert Gordon, ex-miembro de Pop Will Eat Itself fue uno de los que llevó su maqueta a la tienda de discos: "fabricamos 500 white labels y los distribuimos por todas las tiendas de discos que pudimos. Era una forma nueva de arrancar muy directa, saltándonos intermediarios". Beckett, por su parte apunta: "cogíamos un 12", lo llevábamos a un club y observábamos cómo la gente se volvía loca, sabíamos que íbamos en la dirección correcta. La quinta referencia (se refiere a "El Ef Oh" de LFO) entró en el Top 20. Vendimos 130.000 copias, una locura para un lanzamiento totalmente DIY en esos momentos". Gordon, junto a Winston Hazel y Sean Maher, tienen el honor de inagurar Warp bajo el alias Forgemasters con el enigmático Track With No Name.

Los DJ's fueron parte importante del parto y, a su manera, escamparon el virus Warp por todas las Islas Británicas durante el primer año. Su historia también es la historia musical de una ciudad. Muy cerca de esa tienda otro hecho cambió la historia del fútbol. No busquen ni un solo paralelismo, pero sin esa tragedia deportiva y humana, la seguridad en los campos de fútbol no sería lo que es. Sin esos white labels las cosas serían, por lo menos, ligeramente distintas.

25 sept 2010

[Mixtape 001] DrGonzo Isnotadj: Songs for Running



Grabada en casa desde el asombro por el uso magistral de la intensidad y la velocidad que James Murphy demostró en 45:33, el disco pensado para correr que Nike encargó a LCD Soundsystem para arrancar el experimento de marketing musicodeportivo Nike Original Run, y también bajo la influencia de los ritmos rápidos y sincopados de la mixtape que Four Tet entregaba hace pocas semanas a Fact Mag, la segunda de las mixtapes publicadas por DrGonzo Isnotadj en su blog está también ideada para acompañar al ejercicio físico de larga duración.

Pero no se dejen engañar, se trata de un acto de egoísta de su autor reconvertido en una acción que pretende compartir la energía de estas canciones con todo aquel que se anime: el tipo detrás del pseudónimo más cotizado entre los DJ's que además de pinchar discos leen a
Hunter S. Thompson andaba buscando para si mismo una buena colección de canciones con el pulso y la intensidad necesarias para preparar su primera prueba de 10 km y ¿qué mejor forma de recopilarlas que mezclarlas uno mismo?
A menos que seas un deportista experimentado, los 45 minutos de la obra de LCD Soundsystem, aunque deslumbrantes e inteligentemente secuenciados, resultan insuficientes para una prueba de esta duración. Aunque "nada más lejos de la intención" de DrGonzo Isnotdj que protagonizar hazañas -como publicar un discazo de la talla de 45:33 o mucho menos llegar a la línea de meta en la primera mitad de la tabla de resultados-, así es cómo han acabado reunidas aquí un puñado de melodías, y de voces, cajas, bombos y platos que a veces toman forma de pop alegre e hipervitaminado o de funk pegajoso o y otras simplemente dan patadas en el culo al oyente impidiendo que flaqueen las fuerzas: canciones de Pilooski, Yacht, The Blow, John Talabot, Betty Botox o Matias Aguayo, por citar sólo los nombres menos conocidos. De 120 a 127BPM en 79 minutos. ¿Se atreven con ella en casa o en la calle?

Tracklist

00 – Intro: this is not a natural disaster, this a man-made fucking catastrophe of epic proportions!
01 – Four Tet – Angel Echoes (Caribou Remix)
02 – Elvis Presley – Crawfish (Pilooski Edit)
03 – Nina Simone – Take Care of Business (Pilooski Remix)
04 – Os Mutantes – Bat Macumba
05 - Maximum Balloon featuring Little Dragon - If You Return
06 – The Blow – Hock It (Yacht Remix)
07 – Betty Botox – Back to the Piano Magic
08 – Black Devil Disco Club – Devil In Me (Dub Version)
09 – The Xx – Shelter (John Talabot Feel it Too remix)
10 – John Talabot – Afrika
11 – Matias Aguayo – Minimal (Original Mix)
12 – Betty Botox – Began to Spank
13 – Betty Botox – Set Me Free
14 – Discodeine – Tom Select (Joakim Remix)
15 – Feist - 1, 2, 3, 4 (Van She Technologic Remix)
16 – Punks Jump Up – Dance to Our Disco (Headman Remix)
17 – Spacemen 3 – Walkin' with Jesus


18 sept 2010

El Goa Trance y los últimos hippies


Toda música o movimiento cultural tiene una intrahistoria, unos héroes, unos villanos, unas raíces que voy a intentar desgranar aunque dado el caso no me sea nada fácil. Nunca estuve demasiado cerca de la cultura psy-trance aunque sí tuve ligeras aproximaciones en algún momento dado de mi temprana juventud. En mis primeros viajes a Inglaterra, a principios de los 90, entré en contacto con un pequeño grupo de hippies fuera de lo común. Mezclaban la típica cultura acid inglesa (look smiley, acidhouse, hedonismo, ropa ancha y drogas psicotrópicas) con una especial querencia por lo hippie que en esos momentos no pude contextualizar dentro de mi lógica. En España esto nos tocó más tarde, pasando a ser residual desde el primer momento. Se transformó en lo que se conoce como raves pero que poco o nada tenía que ver con la cultura del goa trance (ni tan solo con las raves originales). Nosotros tenemos esa extraña pasión por traducir en código binario algunos movimientos sociales de demostrada complejidad para adaptarlos a nuestra forma de entender la vida. 

El rock psicodélico y los primeros hippies


La provincia de Goa, en la India, es mundialmente conocida por sus playas paradisíacas y su gran clima durante los 365 días del año. Las temperaturas en invierno no bajan de los 20 grados y nunca superan los 30. Tiempo atrás llamada "la India portuguesa", fue lugar obligado de peregrinación de hippies de todo el mundo en los años 60, muchos de ellos huidos de la cálida California. Escuchaban música tendidos en las playas y embrutecidos por las drogas, mientras la población local trabajaba para subsistir. Dos mundos opuestos coexistían en una misma aldea. Sin embargo, esta dimensión -económica- fue ignorada por sus detractores, que estigmatizaban la atmósfera festiva de la ciudad por estimar que complacía a los turistas, pero corrompía al Gobierno y seducía a la juventud. Se trataba de una alarma moral con una dimensión poscolonial e intercultural. Alarma, porque se exageraban los efectos del trance. Moral, porque siempre tiene una connotación puritana y patriótica. Ello impidió admitir que muchos jóvenes de Goa disfrutaban de las fiestas —sin drogas (demasiado caras) y sin sexo (contrariamente a la idea generalizada en la región, las raves no eran orgías sexuales). Es más, numerosos jóvenes ricos de Bombay estaban descubriendo la Meca del rave en su propio país. Pasaban fines de semana y vacaciones disfrutando de esas fiestas, aunque se quitaban la indumentaria hippie al regresar a casa.

Hippies en Mapusa, 1964
Impregnado por una forma de vivir arremolinada en la espiritualidad, apoyada por los precios bajos de la zona y la accesibilidad climática antes citada, Goa Gil, un hippie norteamericano llegado a Goa durante el verano de 1969, descubre a los Sadhu en un estado hipnótico causado por las drogas y el yoga. Cuentan las hemerotecas que entonces, en Goa, sonaba rock psicodélico en las discotecas; Grateful Dead, The Doors, Led Zeppelin y toda la escena de la costa oeste norteamericana entraron con fuerza en todo el mundo, también allí.

La infiltración de los adinerados occidentales sumada a la espiritualidad de Goa era un cóctel potencial, no hay duda, pero no es hasta principios de los años 80, con la entrada masiva del techno americano y alemán - Kraftwerk, Afrika Bambataa- cuando Gil, Fred Disko y Laurent, los tres DJ's, arrancan las "Full Moon Parties", donde se acaba con la fusión que reinaba entonces en Goa (rock, reggae, funk). Se introducen elementos de la electrónica que se estila en occidente -Cabaret Voltaire, The Residents, Blancmange, etc- alternando conciertos y sesiones de DJ's ingleses de cierto renombre. Se está perfilando una nueva escena.

Goa Gil junto a Ariane en 1998



Los sadhu


Se empiezan a necesitar remezclas. Se hace necesario alargar las canciones y pensar en la pista. En 1985 ya se impone la electrónica de pista: Frankie Goes to Hollywood, Dead or Alive y Portion Control tocan en las playas para miles de hippies venidos de Europa, Estados Unidos e incluso Australia. KLF son el grupo de referencia entre todos ellos. Esto es lo que dijo Sven Vath en su primera visita (1986): "Uno de los primeros DJ's Goa, Laurent, se acercó y me dijo lo mucho que le gustaban mi primeras grabaciones de 16 bits. ¡Casi nadie conocía esos discos!"

Las Full Moon Parties

La temporada de fiestas en Goa solía empezar en noviembre y terminar en abril, justo antes de que las lluvias monzónicas hicieran acto de presencia. La música solo podía sonar hasta las diez de la noche aunque eso pocas veces se cumplía. Cuando había atisbo policial en el horizonte se solucionaba con bankeesh para dejarlo todo en su sitio original: la fiesta. Del dinero se encargaban los organizadores e incluso a veces los mismos bailarines pasando la gorra en medio del caos y el polvo. No había problema alguno. Otras situaciones se solucionaban con unas pocas latas de cerveza.

Full Moon Party en Poona (1994)


Encontrar las fiestas clandestinas tampoco era aparentemente nada difícil; bastaba con acercarse a los bares de moda al lado de las playas, el Shore Bar en South Anjuna -la llamada playa del LSD- el Nine Bar en Vagator Beach, seguir los rumores o dar con un flyer. Un sistema muy parecido al que funcionaba en Inglaterra durante el verano del amor antes de la tristemente famosa Criminal Justice Bill. Leer el flyer, seguir las indicaciones y cubrirse bien las espaldas no sea que te sigan intrusos. Contrariamente a otros géneros de dancemusic, en el goa trance nunca se dio mucha importancia al mixing; hay parones provocados por el gentío, momentos de chill e incluso pausas para ver la puesta y salida del sol. También había numerosos problemas derivados de las polvaredas que se levantaban. Muchos aparatos no aguantaban ni 48 horas expuestos al calor, la humedad y la arena de la playa.

El colapso

A finales de los 80 el número de asistentes a las Full Moon Parties no sobrepasa nunca las 200-250 personas. Durante 1990 y sobretodo 1991 se llegan a albergar en algunas fiestas a 2000 personas, ya venidas de destinos exóticos como Israel o Japón, en algunas fiestas y la policía no puede hacer la vista gorda y empiezan las detenciones. En 1991 el escándalo crece exponencialmente al aumento de visitantes y la policía se ve obligada a intervenir. Todo eso junto a la migración de los clubbers, primero a Ibiza, posteriormente a Aiya Napa, y el deterioramiento de los mismos turistas -cada vez menos espirituales- ensuciando la imagen de las fiestas y la del entorno, cada vez más degradado. Las declaraciones de Goa Gil en respecto al tema son claras: "Vinimos hace mucho tiempo para disfrutar de estas playas desiertas. Era parecido al fin del mundo. Ahora el fin del mundo parece estar a la vuelta de la esquina".

Políticamente, la situación se volvió muy delicada. No se trataba de unos pocos inadaptados bailando en una playa desierta más, sino de Goa reportado como un refugio de drogatas en todo el mundo. Los telediarios se hacían eco en Europa también. En una carta dirigida en 1990 al primer ministro indio Rajiv Gandhi, un grupo de activistas de Goa afirmaban: “En los últimos diez años, hippies y mochileros de la misma calaña se han instalado aquí... Viven en nuestro territorio sin visas ni pasaportes…Se tumban desnudos en nuestras playas y practican y propagan el amor libre. Las drogas son parte integrante de su manera despreocupada de vivir. Son parásitos que prosperan chupando la savia vital de nuestra nación, de nuestra juventud.”

Las redadas policiales durante las fiestas se hicieron más y más frecuentes. Las autoridades eran sometidas a la creciente presión de los ambientalistas, ya que, según ellos, se causó graves daños a las playas de Goa y bosques tropicales de la zona. Los grupos ecologistas comenzaron a cabildear en contra de la contaminación acústica, consideraban que la música a todo volumen era una amenaza pública. Su deseo fue concedido finalmente en 1992, cuando un tribunal indio prohibió cualquier música al aire libre de más de 45 decibelios.

La música

A principios de los 90, los freaks del ácido regresaron a Europa, Japón y Australia, dispuestos a producir música hecha específicamente para las fiestas goa. Se volvería a la India al poco tiempo con las bolsas llenas de archivos DAT para ver el efecto de la música entre las multitudes en su ecosistema original. Raja Ram, figura clave de la escena, recuerda: "En ese tiempo, podía entrar en una tienda de discos, era imposible adquirir esta música. No existía. Así que al año siguiente (1989), me traje toda la música que pude y terminamos haciendo creo que 60 pistas para The Infinity Project". Nadie se pone de acuerdo en cual fue el primer hit del goa trance, aunque se coincide en que quizá el punto de partida fue un grupo de lo más especial: se trata de The KLF y su What Time Is Love, que incluía la etiqueta en el frontal de la portada "Pure Trance Version", maxi lanzado en octubre de 1988. Sin embargo, más allá de esa anécdota, existe un fuerte vínculo entre The KLF y el goa trance: en los años 80, tres protagonistas principales de la próxima escena psy estaban muy cerca de Jimmy Cauty, 50% de The KLF junto a Bill Drummond.

En primer lugar Martin Glover, el bajista de Killing Joke, antes de participar en The Orb, quien fundó el uno de los sellos estandartes de la escena, Dragonfly RecordsEl segundo era Ben Watkins, fundador de Juno Reactor, gran experimentador en el terreno de la música electrónica de raíces étnicas desde mediados de los 80. Asociado con Johann Bley, fue el autor del primer hit goa trance en las listas del Reino Unido en 1992: Selva Alta.Participó con Stephane Holweck, también miembro de Brilliant y futuro miembro de Total Eclipse, en numerosos proyectos ambient, como Electrotete





Ya por último, otro mochilero que había pasado algún tiempo en la India: Joie Hinton, personaje clave en la formación de Ozric Tentacles en 1982. Su música era una sutil mezcla de sonidos futuristas y furiosas guitarras loopeadas, haciendo uso de todo tipo de sampleados traídos de la India.

 
Astral Projection: el auténtico goa trance.


En 1994 entra en vigor la Criminal Justice Bill en todo el Reino Unido, lo que implica -entre otras cosas- que las fiestas al aire libre quedan prohibidas sin un permiso especial. Se intenta de alguna manera trasladar el espíritu de las raves a los clubes y aparecen los primeros dedicados en exclusiva a ese tipo de fiestas. Entre 1996 y 1997, el movimiento goa alcanza su punto álgido: los medios de comunicación habían dado cuenta del fenómeno y al poco tiempo empieza la caza de brujas. Mientras, por allí pasaba el abajo firmante. 

Recuerdo mi primera fiesta goa (he estado en dos) como si hubiera ocurrido esta misma mañana. Fue durante el invierno de 1996 en The Fridge, un club del sur de Londres, Brixton, muy conocido durante esos años. Por una entrada simbólica tenías acceso a un mundo de colores y sensaciones difícil de igualar. Te embadurnaban con pinturas de guerra fluorescentes, al estilo de la portada de Low End Theory (A Tribe Called Quest), que resplandecían bajo los focos. Los bailarines exageraban movimientos al compás del DJ, las luces bajaban de intensidad conforme avanzaba la noche y el atrezzo era cada vez más colorido. A mitad de noche empieza el espectáculo "real"; se apagan por completo las luces y aparece un trenecito con cabeza de dragón Chino con decenas de personas debajo en pleno éxtasis tras el cual, se ilumina el escenario para dar paso a los trapecistas y traga fuegos; no, no estamos en el circo.

Puede que la cultura goa sea insignificante en comparación a muchas que nos rodean, pero durante algunos años tuvo sus adeptos, sus fieles seguidores que, bajo el paraguas espiritual y musical, tomaron las riendas de sus vidas e intentaron funcionar de otra manera.


Lecturas paralelas
El psytrance y la espiritualidad
Los hippies de Anjuna
¿Siguen los hippies en Goa?


Descargas
Documental con subtítulos en español Last Hippie Standing (2002). También está disponible en Youtube